Enfermeras en tiempos de COVID-19
Marissa Castillo es una enfermera de 29 años, con buena
actitud hacia la vida nos cuenta lo
comprometida que esta con su trabajo de enfermera en Residencia
Geriátrica Monserrat, laborando durante 48 horas o más a la semana y por turnos
en el Hospital Militar como enfermera intensivista con pacientes de cuidados intensivos.
Comenta que está de acuerdo con la decisión que el
presidente tomo para evitar el contagio, la cuarentena, el virus se transfiere de persona a persona es la única forma aparte del lavado de mano,
uso de mascarilla, es evitar el contacto
y la forma de evitar es quedarnos
en la casa. Mantenerse en reguardo
domiciliar obligatorio.
También nos cuenta lo difícil que se le ha hecho con los paciente ya que ellos no ven a sus
familiares se desesperan o estresan de tanto estar en el mismo lugar, de igual manera ella pasa varios días fuera de
casa y cuando llega a su casa tiene que
desvestirse afuera, en la entrada encerrar a su familia para poder
hacerlo, siempre anda con el riesgo o
miedo de pensar si ella lleva el virus a su familia dice,
“son cargas psicológicas, como todo
personal tiene”.
Trabaja en dos áreas, en un Hospital y en una Clínica
Gediatrica, en la clínica las protecciones, es que cero visitas, cero contactos
físicos, las mascarillas las 24 horas del día, lavado de manos, cosas que se le
pueden enseñar a los adultos mayores.
Ella dice que hay que aprender a vivir con el virus, porque de hoy
en adelante es como que va ser una gripe más, una influencia más, un AH1N1, y
pues lavados de manos, evitar el contacto físico, Salir solo cuando sea
necesario, usar un solo par de zapatos para la calle, desinfectarlos, utilizar
gel, mascarillas obligatorios, son indicaciones que ella da para poder evitar
el contagio del coronavirus. Para poderse a acostumbrar a esos cambios
obligatorios.
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